jueves, 30 de mayo de 2019

Los Palacios y Villafranca: Redes, Río y Riacheros

Seguimos marcando el compás del patrimonio alimentario palaciego con un segundo plato que se antoja más de cazuela, barca y choza de castañuela, que de mesa, mantel y menú. El Río, como su arrozal, tiene múltiples sabores, saberes y colores, tantos como tipos de redes, aparejos y artes de pesca, e historias de Riacheros.



Cuando se habla de la Pesca en el Bajo Guadalquivir, lo hacemos ya como capítulo del Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía o recuerdo de riachero y no tanto como actividad de cooperativa de pescadores como las que hasta finales del siglo pasado existieron en los Palacios y Villafranca. Poco queda de la pesca comercial en el Guadlaquivir, incluso la cal ha borrado ya el anagrama pintado en el viejo muro de la cooperativa cangrejera de La Corchuera.



A pesar de la tradición [1] y la cultura riachera [2], el asociacionismo pesquero de Los Palacios acabó naufragando entre las aguas revueltas y oscuras del Guadalquivir, la relación conflictiva entre la pesca y el arrozal, y un marco normativo más exigente en aras de la conservación de Doñana y su entorno, incluida su ictiofauna.



La pesca tradicional en los Palacios se mantiene por afición más que por oficio artesano. Son pocos los pescadores y cangrejeros que, bajo el estricto control de la consejería competente, mantienen vivas su artes y la candela encendida para esa parrillada, fritura o cazuela de albures, panarras y cangrejos, Una jornada de pesca en el río o en los canales y acequias del arrozal en compañía de aquellos riacheros palaciegos es toda una experiencia repleta de relato de penas y alegrías, que como canto de sirena te atrapa y te amarra por siempre al Guadalquivir y su Marisma.

+INFORMACIÓN
[1] PeScata Minuta. Los Peces del Guadalquivir. SEVILLA SABE
[2] Riacheros. VIVIENDO RÍOS

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