Termina un año complicado y toca hacer balance. Si trabajar en gestión cultural y natural es ya difícil por separado, hacer de la cultura y naturaleza un ámbito integrado de acción puede parecer más brindis al sol que estrategia o modelo viable de negocio. Si a esto unimos la situación derivada de la COVID-19, mantener el rumbo y no morir en el intento, toda una odisea. Aun así, llegamos a puerto, salvando barras y cantos de sirena, satisfechos por ser fieles a los principios y mantener la actividad, que no es poco.
Durante este año navegamos por el Bajo Guadalquivir. Nos embarcamos en varios proyectos en torno al patrimonio natural y cultural de sus pueblos. levantamos torres como la de Troya en el Palmar, la del Águila en Utrera y la del Agua en los Palacios y Villafranca. Encontramos ruedas de molinos perdidos en los Alcores y salinas antiguas en la Campiña. Nos llenamos de barro en el arrozal y echamos a volar en el Brazo del Este. Andando por las calles de un Pueblo Lejano nos encontramos con Pedro Pérez Fernández y Joaquín Romero Murube. Descubrimos a Miguel Roldan y sus relatos y nos dejamos llevar por los vientos de Antonio Rincón y las historias de Antonio Cruzado. Para la retrospectiva volvimos a los clásicos: Rodrigo Caro y su Memorial, Cecilia Böhl de Faber y sus relatos de (la) vida de (en) los Cortijos y Haciendas, sin olvidar a Blasco Ibáñez, entre otros, para reconstruir las cañas y barros de nuestra propia marisma y el arrozal, así como las barracas y bodegas de la manchonería.
Convencido de la necesidad de ampliar con lo cultural un concepto tradicional de desarrollo sostenible basado en lo económico, lo social y lo ambiental, en el ámbito de nuestras obligaciones con el Compromiso de la Cultura con la Agenda 20230 que firmamos, difundimos en este blog y en Alia Mundi los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tratamos también de hacer visible el patrimonio cultural y natural de la provincia desde Sevilla Patrimonio y Sevilla Sabe, y con Viviendo Ríos, contracorriente remontamos el Guadalquivir.
Terminamos el año reunidos en Los Palacios y Villafranca, rodeados de amigos, trazando la hoja de ruta de nuevos proyectos en torno al aprovechamiento del patrimonio global del Bajo Guadalquivir. Sus humedales, caños y salados, su río, su marisma, sus pueblos y poblados de colonización serán espacios de trabajo; su gente destinataria y parte fundamental de próximos trabajos.
Gracias a todos los que empujasteis la barca para empezar a navegar, a los que nos ayudasteis a remar cuando la fuerza nos faltaron, y a los que desde el camino de sirga nos remolcasteis para superar presas y azudas. Gracias también por aguantar nuestros desvaríos, las entregas apretadas, las llamadas a deshoras y por todo aquello que tendremos que mejorar el próximo año.
Desde ALMAGRA, con la esperanza de que en este apretado final de diciembre también hayáis arribado a buen puerto, vaya también nuestro deseo de que sigáis navegando con velas llenas de los mejores vientos de salud y trabajo durante el próximo año.
Seguimos navegando...juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario